Sencillo. Charlie, en uno de sus acostumbrados despistes, le envió por equivocación su teléfono vía Twitter a sus cinco millones de seguidores, los cuales inmediatamente comenzaron a llamarlo como locos hasta el punto de que el teléfono prácticamente se inutilizó. Los testigos que estaban en el restaurante Guy Savoy en las Vegas, en dónde Charlie estaba cenando, le contaron a E! Online que en un principio el actor tomó el asunto a broma y contestaba con su ya famosa frase; "Winning" o haciéndose pasar por un empleado de una pizzería llamada "Ray's Pizza".
Pero, cuando Sheen se dio cuenta de que en cuestión de minutos había recibido 1,800 mensajes de texto, e innumerables llamadas telefónicas, supo que iba a tener que tomar medidas si quería que lo dejaran en paz. Por lo tanto, hizo lo único que podía hacer dadas las circunstancias: cambió su número de teléfono.
Así pues, Charlie Sheen no sólo tiene que pensarlo dos veces antes de abrir la boca para que no le cueste el papel protagónico de una comedia, como ya le ocurrió, sino que también tiene que tener cuidado de no transgredir una de las primeras reglas de las redes sociales: piénsalo bien antes de twittear.
La gran pregunta que queda en el tintero es la siguiente: ¿para qué quería Charlie Sheen que Justin Bieber lo llamara? Seguramente esta es la pregunta que todo periodista que cubre el mundo del espectáculo se está haciendo y sospechamos que pronto se sabrá la respuesta.
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