En dos años ha pasado de colgar vídeos en YouTube a ser una gran estrella.
Ha besado a Selena Gómez, se codea con los reyes del rap estadounidense y su flequillo causa vértigos a las adolescentes
"¿Haces buena pareja con Justin?" Un grupo de niñas se abalanza sobre el libro titulado Así es Justin Bieber, biografía no autorizada, que promete revelarles, previo test, el grado de afinidad con el cantante de Baby. A ver: la que se cambia de ropa mil veces antes de salir de casa y no entrega los deberes a tiempo ("¡yo, yo, yoooooo!") comparte con éste su vis traviesa; la que escribe un diario, su lado tierno –al saberlo, ella se pone colorada-. También la aficionada al deporte tiene puntos en común con él, asegura el cuestionario: al canadiense le encanta practicar hockey sobre hielo, skateboard y baloncesto.
La sección de horóscopos es más decisiva: la joven Piscis es la candidata con más posibilidades de convertirse en novia de Bieber, mientras que con la Aries rivalizará y la Libra será su mejor amiga. ¡Su mejor amiga! La fan nacida en septiembre mira con desazón los ojos brillantes de su compañera de marzo. Aquella pasa ahora con deleite las páginas de la publicación, la sonrisa desbordándole la boca. Manosea las fotos como si ese cuerpo, que posa en cada una de ellas con unas zapatillas Supra gigantes de un color diferente, fuera ya un poco suyo. "¡Miradle aquí! ¡Qué guapo, qué guapo!". Ahí, todas olvidan sus celos y gritan al únísono: "Aaaahhh".
Una vida a mil km/h
"El mundo es grande y es fácil perderse en él" canta Bieber. Cuando dice "baby", miles de jovencitas sienten un vaivén en el estómago. Las de la primera fila acaban llorando. El solista asegura que no sabe la causa: "Deberían sentirse felices, ¿no?".
La letra de esa canción, Up, es una de sus favoritas. Su vida se ha hecho enorme en poco tiempo y viaja frenética, embarullada por giras, emociones y un océano de cifras. Éstas ornamentan el curriculum breve que recita en las entrevistas y que ahora desvela en una biografía oficial: Mi historia. Primeros pasos hacia la eternidad. Se podría resumir así: a los ocho años ya tocaba la batería y la guitarra. A los 12 se presentó a un concurso de jóvenes talentos en su ciudad. Su madre colgó en YouTube los vídeos que había grabado durante la competición y estos comenzaron a ser populares en Internet. Luego colgó más y las visitas a su página comenzaron a crecer de modo desorbitado, llamando la atención de su actual manager, Scooter Braun. A los 14, y bajo la protección del rapero Usher, firmó su primer contrato musical, y a los 15, lanzó su primer disco.
En 2010, con 16 años, emprendió una gira internacional. Quinientas personas trabajan hoy en su espectáculo, cerca de 7 millones le siguen en Twitter y en cada país es recibido por una legión de fans enfervorecidas a quienes saluda y firma autógrafos, sonriente o como un autómata, según el día. Las multitudes le provocan cierto pavor.
Le gusta dar gracias a Dios por haber alcanzado su sueño, aunque reconozca que éste tenga algunas contrapartidas. Por ejemplo, el de estar todo el día bajo la estrecha vigilancia de su madre. Y que sólo pueda ver ya a sus amigos de la infancia, Chaz y Ryan, una vez al mes. Ellos son los únicos que aún se atreven a darle una colleja si no tira bien el balón.
También se acuerda de sus abuelos, quienes le cuidaban mientras su madre, con apenas 20 años y separada de su padre, trabajaba de sol a sol. Entonces vivían en una casa de protección oficial. Su abuelo se ha hecho famoso por llorar en las entrevistas. Justin sale en su defensa siempre que puede: "Se emociona mucho por lo que me ha sucedido, pero es el tipo más duro que conozco. No le importa expresar sus sentimientos, le admiro".
Con menos flequillo y enamorado
Hace un mes el cantante canadiense sorprendía a sus seguidoras con un nuevo look: había recortado su célebre flequillo.
No es lo único que no ha gustado a algunas de sus devotas: Bieber fue fotografiado hace unos días en actitud cariñosa con la actriz adolescente Selena Gómez (en la imagen de la derecha).
Las instantáneas muestran a la pareja en bañador y semiabrazada sobre la proa de un barco.
Poco después, el perfil en Facebook de la joven había sido hackeado ("Justin Bieber apesta", se podía leer en él) y algunos diarios aseguraban que la intérprete fue amenazada de muerte. También señalaban que se la vio sin el anillo de castidad que luce habitualmente para demostrar su intención de permanecer virgen hasta el matrimonio. Hay rumores de que sus padres están muy enfadados.
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