Justin Bieber y Sean Kingston se encontraban de paseo ayer en un fabuloso Rolls Royce por la calle de Ocen Drive en Miami, y se detuvieron justo en frente del Restaurante Fridays cuando un grupo de fanáticas se percató de quién conducía el coche.
Jstin Bieber alcanzó a ver un policía que estaba en la calle y lo llamó para pedirle protección para él y su amigo ya que las fanáticas habían rodeado por completo el automóvil.
El gentil policía y cumpliendo su deber de proteger y resguardar se quedó junto al coche hasta que la multitud se dispersara.
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