Justin Bieber es adorado por las niñas y odiado por los padres. Ahora que se anuncia su tour por latinoamérica se ha desatado una histeria colectiva. En México literalmente volaron las entradas a sólo unas horas de abrirse la taquilla, en Chile, Perú y Argentina no se habla de otra cosa más que de los conciertos y las fanáticas están dispuestas a darlo todo por conseguir un ticket para ver a su ídolo. Esta reacción ha molestado a los padres porque se ven obligados a desembolsar un dinero extra para cumplirle el capricho a sus princesas y ahora deben hacer magia para cubrir el presupuesto. Los papás no se explican porque esta fiebre por un adolescente imberbe que apenas abre la boca para cantar y es que basta que Justin diga las palabras mágicas "baby, baby, baby..eee" y todas gritan como locas. Las jovencitas están felices y cuentan los días que faltan para las fechas de los conciertos, eso sí las madres son cómplices porque entienden que es una cuestión hormonal, una etapa que les trae dulces recuerdos de las épocas en que a ellas también se les movía el piso por los precoces integrantes del grupo "Menudo". En fin, resignación, porque el papá sabe que cuando las mujeres de la casa se unen, no hay fuerza que las pueda derrotar. Así que caballero a meter la mano en el bolsillo y a conseguir el dinero para la dichosa entrada y verá como su nenita se lo agradece con una amplia sonrisa y un sonoro beso.
OPINION: La nota generaliza mucho,ya que hay muchas padres que no odian a Justin y les encanta acompañar a sus hijas a los conciertos,es mas,en las largas colas de river y otros puntos de ventas,muchsimos padres estaban con sus hijas/os sacando entradas y se los veia muy
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