Justin Bieber y Selena Gomezestán disfrutando de unos días de vacaciones juntos en Los Angeles. La pareja acude a cenas, toma helados y ve películas. En definitiva hacen lo mismo que millones de parejas en todo el mundo. La única diferencia es la permanente escolta de guardaespaldas.
Pero a la pareja le ha salido un nuevo problema: los interpretadores. En los medios se comenta que los efectos de la pareja sobre sus respectivas carreras. Y las conclusiones no son muy positivas. Los dos, aseguran los críticos, saldrán perdiendo en sus respectivas carreras como consecuencia de su relación.
Y es que alegan que las imágenes de los dos juntos que han aparecido en todos los lugares y posiciones posibles les van a perjudicar a medio plazo.
En definitiva, los dos han logrado aun más atención mediática… pero a cambio de ya no ser considerados como modelo a imitar. En cualquier caso sólo el futuro lo decidirá.
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